Querido obispo Leo Bassi y fieles de la Iglesia Patólica: tras la impresión que dejó en mí la misa patólica a la que fui el domingo pasado, que removió mis sentimientos patólicos que ya tenía desde mi primera misa hace unos años, he realizado este arreglo de una célebre canción dedicada al pato de goma que ya compuso el gran Tchaikovsky, (Charcosqui para los patólicos… por aquello del charco), la sinfonía patética 🦆. He querido hacerlo con un instrumento fabricado con una escobilla del váter que me gustaría llevar a la misa de este domingo y haceros entrega como ofrenda de instrumento musical patólico. Así como llevar estos patitos para que me los bendigan y poder ponerlos en mi altar. Por la cercanía sé que ya reciben la irradiación energética del gran pato de goma no obstante me gustaría tenerlos bendecidos por el agua limpita. En el nombre del pato, del huevo y del espíritu ganso, cuac cuac cuac.
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