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Joaquín Sánchez Gil

Alfiler de aire

Yo era muy pequeño y estaba en el mostrador del estanco de mi abuelo en un pequeño pueblo del interior de Málaga. Era más que un estanco, aquello era una especie de tertulia donde la gente se compraba el tabaco y allí mismo se lo fumaba.

Como niño a mí me encantaba aquel lugar porque era un estanco de los que no hay hoy en día: lo mismo te vendía sellos que lavadoras que cosas de electricidad y ferretería o chucherías. 

Yo iba recogiendo retazos de conversaciones y hubo una una frase que hasta hoy en día no me he podido quitar de la cabeza y me impactó mucho aún siendo lo pequeño que era. La decía un señor que vi durante mucho tiempo en mi vida pero ahora mismo no sé ponerle nombre y seguramente puedo decir con toda seguridad que en paz descanse. Él estaba hablando sobre un viaje que hizo en avión y aunque yo era muy pequeño y apenas habría ido a Málaga o a Sevilla, ya se había despertado en mí esa curiosidad viajera. No sé si la puedo reproducir exactamente pero era algo así… 

«Chunnnn, una coza increíble. Un tío ar lao mía coge, le da una vuerta a un casharrito, y zale un arfilé de aire… Niño. Direrto»

El hombre estaba contando súper entusiasmado como el señor de al lado de su asiento había activado el aire acondicionado típico de los aviones que suelta como un hilito de aire.

Pero fijaros cómo lo contó y con tanta emoción que a mí eso luego se me quedó y años más tarde, bueno que contaros, yo ya no sé los cientos de aviones que habré tomado a destinos recónditos, mucho más recónditos y exóticos que aquel vuelo que tomó este señor seguramente a Palma de Mallorca o Barcelona. 

¿Cuál es la moraleja de esto? Pues que yo puedo haber viajado a Corea del Sur, Angola, Río de Janeiro o a Moscú, pero si te lo cuento sin pasión prefiero quedarme con el alfiler de aire del vuelo doméstico del amigo de mi abuelo.

Así que desde pequeñito esa fue mi primera lección, la importancia del qué cuentas y cómo lo cuentas.

Y quién me iba a decir que 30 años más tarde, esta es mi profesión: Alfileres de aire. 


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